Para evitar el contagio de la H. pylori es muy importante que extrememos la higiene, sobre todo a la hora de manipular alimentos, ya sean crudos o cocinados
La Helicobacter pylori, también conocida como H. pylori, es una bacteria que habita en el sistema digestivo de más del 50% de la población mundial.
A pesar que el fluido gástrico es demasiado ácido, la Helicobacter puede vivir en él por mucho tiempo sin inconvenientes.
De los muchos microorganismos que se proliferan en el cuerpo humano, esta es una de las principales causas de infecciones y enfermedades.
Además, ha sido reconocida en todas las poblaciones del mundo y en individuos de todas las edades.
En esta ocasión queremos compartirte qué es, cómo se transmite y cuáles son las enfermedades que se derivan de su desarrollo.
¿QUÉ ES EL HELICOBACTER PYLORI?
La Helicobacter pylori es un microorganismo que tiene la capacidad de sobrevivir en uno de los ambientes más ácidos de nuestro cuerpo: el estómago.
En este lugar el nivel de pH es inferior a 4 y esa acidez es la que permite defender el organismo de las bacterias que se ingieren a través de los alimentos.
No obstante, la H. pylori ha atravesado por procesos evolutivos que le han permitido adaptarse en este medio tan hostil.
Para conseguirlo, produce una serie de sustancias que neutralizan los ácidos, formando una nube protectora en sus alrededores para poder movilizarse en el estómago hasta encontrar el sitio perfecto para fijarse.
Pero además de esto, la Helicobacter pylori sobrepasa la mucosa que recubre el estómago para protegerse de su propia acidez, lo que le permite habitar en un ambiente menos agresivo.
¿CÓMO SE CONTRAE LA H. PYLORI?
La forma exacta de contagio de la H. Pylori aún no se conoce por completo. Sin embargo, hay una serie de medios que se han vinculado con su infección.
Puede ocurrir por vía oral, ya sea por contacto con otras personas infectadas, o bien tras ingerir alimentos o agua contaminada.
Todo indica que el hábitat favorito de esta bacteria son los seres humanos, sin embargo, también se han encontrado en primates, ovejas y gatos domésticos, lo cual indica que estos podrían ser otro medio de transmisión.
ENFERMEDADES ASOCIADAS A LA HELICOBACTER PYLORI
Como ya hemos indicado, la Helicobacter pylori se aloja en la pared del estómago, justo debajo de la capa protectora de la mucosa.
El principal problema es que segrega una serie de enzimas que son irritantes para las células del estómago, lo que debilita la mucosa y la deja desprotegida contra el ácido.
Estas acciones producen una inflamación que, de no controlarse, puede derivar en formación de úlceras y hasta tumores.
En resumen, las lesiones causadas por la Helicobacter en el estómago y el duodeno pueden originar:
Gastritis.
Duodenitis (inflamación del duodeno).
Úlcera de duodeno.
Úlcera de estómago.
Cáncer de estómago.
Linfoma de estómago (linfoma MALT). Síntomas asociados con la H. pylori
Una persona puede estar infectada por la Helicobacter pylori y no presentar síntomas o complicaciones.
No obstante, cuando algo la estimula y las hace proliferar con mayor rapidez, se producen etapas más agresivas que desencadenan varios síntomas.
Según la enfermedad que origine, se puede presentar:
Dolor o sensación de quemazón en la parte superior del abdomen.
Inflamación abdominal.
Mayor sensación de saciedad, casi siempre tras comer solo una pequeña porción del alimento.
En el caso de las úlceras pueden darse también los siguientes síntomas:
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA HELICOBACTER PYLORI?
Análisis de H. pylori positivo
En la actualidad hay varios métodos para diagnosticar la presencia de la Helicobacter Pylori en el cuerpo.
Una simple prueba de sangre, de aliento y exámenes coprológicos determinan si existe infección por este microorganismo.
La forma más precisa de diagnosticar infección por H. pylori es a través de una endoscopia digestiva alta del esófago, el estómago y el duodeno.
Sin embargo, por tratarse de un procedimiento más invasivo, solo se realiza en caso de sospecha de úlceras o complicaciones graves como el cáncer de estómago.
TRATAMIENTO DE LA HELICOBACTER PYLORI
Los pacientes con Helicobacter pylori que también presentan úlceras son los que más provecho pueden sacar del tratamiento.
Quienes solo tienen acidez gástrica y reflujo ácido tienen menos probabilidades de recibir todos los beneficios de la medicación.
Por otro lado, hay que destacar que esta no funciona en todos los pacientes infectados.
Los medicamentos se deben tomar entre 10 y 14 días. Algunos de los recetados son:
Dos antibióticos diferentes como claritromicina (Biaxin), amoxicilina, tetraciclina o metronidazol.
Inhibidores de la bomba de protones, tales como omeprazol (Prilosec), lansoprazol (Prevacid) o esomeprazol.
Subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol), solo en algunos casos.
¿Cómo prevenir la infección por H. Pylori?
lavar la ensalada
Mantener los ambientes limpios y libres de gérmenes disminuye el riesgo de contraer la bacteria H. pylori.
Sumado a esto, se debe tener mucho cuidado con la manipulación de los alimentos, tanto en su estado crudo como cocidos.
Evitar el estrés, la ansiedad y los factores que debilitan las defensas también es clave para prevenirla.